viernes, 29 de octubre de 2010

EL CABALLO MARINO


Este caballo de la brujería de Chiloé es grande, de largo hocico, con patas en forma de aletas y una firme cola propulsora, semejante a la cola de un pez, bastante feo y muy fuer-te. Los Caballos Marinos habitan en gran cantidad en los mares frente a la Costa Occidental

De la Isla Grande de Chiloé. Se alimentan de algas marinas, especialmente de luche y cochayuyo, por lo cual se explica su color verdoso amarillento obscuro. Sólo los Brujos pueden ver a los Caballos Marinos, y por eso son ellos quienes pueden aprovechar los servicios de estos hermosos animales.


Como es sabido, los Brujos, tienen la capacidad de volar, ya sea usando el Macuñ, o trans-formándose en algún tipo de ave.


Sin embargo las leyes de la Brujería, le impiden utilizar estos métodos para llegar al Caleuche, del cual forman una importante parte de la tripulación. Para abordar el Caleuche sólo se le autoriza usar a los Caballos Marinos como medio de transporte. Durante los recorridos del Caleuche, los Brujos aprovechan la oportunidad para elegir Caballos Marinos de su agrado, a los cuales le colocan su marca para que el animal quede en forma permanente a su servicio.


Cuando el brujo necesita viajar en el Caballo Marino, se acerca a la orilla del mar y lanza
cuatro silbidos especiales, con el último silbido, aparece el Caballo marino, siempre fiel y atento, al llamado de su amo, el cual se acerca al brujo, entonces éste lo enlaza con una cuerda hecha de sargazo y le palmotea las ancas, para luego subirse al suave lomo del animal.


Luego el Caballo Marino se desliza velozmente tras el Caleuche, dejando una estela en la superficie de las aguas y adelantándose a cualquier otra criatura marina.


Cada brujo puede tener más de un Caballo Marino.


Los hay pequeños para uso personal, y otros tan grandes que pueden transportar sobre su lomo los trece brujos integrantes de la "mayoría".


Estos animales pueden llegar a medir doce varas(unidad de medida chilota) de largo y de alto superan las cuatro varas.


Los caballos marinos tiene una corta vida, de sólo 4 años y cuando mueren se convierte en gelatina, que luego se disuelve en el mar.

El Imbunche
Se dice que cuando los brujos necesitan de un cuidador para su cueva, raptan al primogénito de alguna familia. También se cree que muchas veces es el mismo padre quien vende al niño o lo regala, a cambio de favores de parte de los brujos.
Este niño es el Imbunche (también conocido como Ivunche, Invunche , Vuta Macho, Machucho o Chivato de la Cueva), a quien los hechiceros deforman quebrándole una pierna, la que luego le tuercen sobre su espalda. También le doblan la cabeza hacia atrás y sus orejas, boca, nariz y dedos son torcidos igualmente. Además, le aplican sobre su espalda un ungüento que le hace crecer un pelo grueso.
Para caminar se apoya en su pierna buena y en sus dos brazos y manos, por lo que se dice que anda en tres patas. El Imbunche no puede hablar y sólo emite sonidos guturales y desagradables parecidos al balar de un chivo. Además, los brujos le parten la lengua en dos, para que no pueda revelar los secretos de su secta; existen historias sobre imbunches que lloran bajo la Luna, como si 
recordaran a su familia.
Durante el período de lactancia es alimentado con leche de gata negra (mujer india). Después con carne de cabrito (niños de corta edad) y, a partir de la juventud, de carne de chivo (carne de adulto). Los alimentos deben serle servidos sólo por los brujos.
Su función es proteger la entrada de la Cueva de los Brujos, participar en algunos rituales y arbitrar como un patriarca en algunos juicios.
Si bien debe permanecer en su puesto, en ocasiones el Invunche sale, cuando escasea el alimento o cuando los brujos lo utilizan como un asesino a larga distancia para aquellos que se atreven a interponerse en el camino de los hechiceros.
Tesoro del Inca
Los pobladores del Desierto de Atacama ubican el Tesoro del Inca en una laguna, que estaría en la cumbre del Cerro Quimal, al noroeste del Salar de Atacama.
La muerte del Inca Atahualpa acaeció en 1533. Y se sabe que la caravana que viajaba llevando los tributos en dirección al Cuzco, fue informada que el Inca había fallecido. Los caravanistas portaban catorce y media arrobas de oro, que era el tributo. Los indios, sin saber qué hacer con el tesoro, habrían depositado la valiosa carga en el fondo de la laguna del cerro Quimal.
Se cuenta que algunos habitantes de las cercanías han realizado búsquedas y han logrado extraer objetos que dan mala suerte a sus poseedores.
LA TIRANA
Cuenta la leyenda que en el otoño de 1535, salió del Cusco, rumbo a Chile, el conquistador Diego de Almagro, con unos 500 españoles y diez mil indígenas. Entre ellos llevaba, como rehenes, a Huillac Huma, último sumo sacerdote del culto del sol, con su hermosa hija de 23 años, la Ñusta (princesa).  

La joven logró huir y se refugió con algunos seguidores en un oasis de la Pampa del Tamarugal, que dominó a sangre y fuego. Ejecutaba sin piedad a todo extranjero o indígena bautizado que cayera en sus manos. La llamaban la “Tirana del Tamarugal”.  


Pero... un día apareció un joven y apuesto minero, Vasco de Almeida. La Ñusta se enamoró perdidamente e inventó la forma de demorar su muerte.


Tal era su amor, que, en los meses que siguieron ella se convirtió al cristianismo y él la bautizó. Cuando sus seguidores descubrieron su traición, los mataron a ambos bajo una lluvia de flechas.  


Años más tarde, un evangelizador español descubrió entre las ramas de tamarugos una tosca cruz de madera. Enterado de la tragedia, levantó en el lugar una capilla.

El Yastay

Coquena, también conocido como Yastay o Llastay, es un ser mitológico benigno diaguita y calchaquí, presente en el norte de Argentina y Chile, en especial en las provincias de Salta y Jujuy

Es el protector de los animales de los cerros en particular de las vicuñas. Premia a los buenos pastores con piezas de plata u oro y castiga a los cazadores inescrupulosos en especial a los que cazan con armas de fuego. Sus descripciones varían pero generalmente se lo representa como un ser de baja estatura que viste gorro con orejeras (chujllo), poncho, sandalias y collar de víboras. Algunos refieren que tiene tez blanca otros cara de colla.

Como protector de las vicuñas a él se le debe pedir permiso y dejar ofrendas antes de cazarlas.

Raras veces suele aparecer con un aspecto antropomórfico siendo más habitual que se presente en forma de vicuña. Suele asistir en sueños a la gente que pasa hambre dándole la ubicación de las manadas sin crías para que pueda el hambriento ir a cazar. Se dice además que seria también guardián del tesoro incaico. Equivocadamente, con posterioridad sería también descrito como un duende en la cultura popular

El Alicanto

El Alicanto sería un ave de un tamaño entre mediano a enorme con una belleza casi mágica; que posee grandes alas de color metálico, una delicada cabeza como la de un cisne, un pico encorvado, y patas alargadas con grandes garras.

Tiene la característica especial de que sus alas brillan durante la noche con hermosos y metálicos colores, y sus ojos despiden extraños fulgores (luces); y cuando puede volar realizaría un elegante vuelo luminoso y su cuerpo no proyectaría sombra alguna sobre la tierra.

La leyenda dice que el Alicanto es un ave mágica que puede traer la suerte del minero, ya que habitaría en pequeñas cuevas entre los cerros de minerales del desierto; alimentándose con los minerales de oro y plata.

Se dice que esta mágica ave solo aparece de noche. Al alimentarse, cuando está en ayuno comería el oro o la plata rápidamente y cuando está casi satisfecho, comería lentamente estos metales; y si posteriormente tiene su buche (Bolsa membranosa de las aves en la que acumulan el alimento) lleno de alimento, no podría volar debido al peso de los metales con los que se alimentó. Luego de ello se dirigiría a su nido donde pondría dos huevos, de oro o de plata; dependiendo del tipo de alimento que haya consumido.

Los mineros que lograrían seguir al Alicanto y tenerlo por guía, se enriquecerían; ya que éste los conduciría a los sitios exactos donde existen ricos yacimientos o a los sitios donde hay algún tesoro enterrado. Aun así, se debe tener en consideración que el Alicanto sería muy celoso de su alimento y no desearía compartirlo voluntariamente con los seres humanos.

Sin embargo, si se siente perseguido se dice que esta ave oscurece sus alas confundiéndose con las sombras de la noche. Además aunque el minero sepa que esta ave una, vez ya bien alimentada, ya no podría volar, al Alicanto tampoco le sería difícil huir en estas condiciones si es perseguido, debido a que esta se ocultaría en cualquier recodo o grieta sin dejar ninguna huella de su paso.

Si la persecución lograra ser mantenida a pesar de los intentos del alicanto por esconderse, el Alicanto trataría de confundir y desorientar al minero que quiera perseguirla. Esta acción la realizaría mediante movimientos en que se perdería y aparecería, caminando con pasos más rápidos y a veces más lentos; hasta que en un momento arrojaría una luz muy fuerte que encandilaría a su perseguidor, dejándolo enceguecido en medio de un camino desconocido. La tradición dice que solo mediante una plegaria a la Virgen de Punta Negra, el infortunado podría encontrar la ruta de regreso a su hogar. En el caso de que el minero que la siguiese estuviera poseído de una ambición desmedida, el Alicanto muy enojado, guiaría al minero avaricioso hasta un precipicio o despeñadero; haciendo que sus perseguidores caigan y así mueran.

Debido a lo celoso que sería el Alicanto, se dice que un buen minero solo debe procurar seguirlo sigilosamente, y solo espiar el lugar de la montaña dónde se alimenta esta mítica ave. Posteriormente, solo después que el Alicanto hubiese comido tranquilamente, y tras su partida, el minero se acercaría a la buena veta (concentración) de mineral valioso, para obtener tan anhelados tesoros de la naturaleza. Igualmente los mineros serían felices si llegan a ubicarlo en pleno vuelo, ya que sería seguro que en algún lugar muy cercano existirían buenas vetas de oro o plata.

miércoles, 27 de octubre de 2010

La Lola 

El mito cuenta la historia de una mujer bellísima llamada Dolores, que vivía en el norte de Chile; y que era deseada por la mayoría de los hombres, quienes la llamaban "Lola". Ella tenía un padre que vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados, a la espera de que llegara el hombre indicado para ella. Sin embargo un día conoció a un joven y pobre minero del cual se enamoró perdidamente; y como sabía que su padre no lo aceptaría, decidió irse de su casa y escaparse con aquel hombre para casarse con él.

Al poco tiempo, se unieron a un grupo de mineros que caminaba tras la búsqueda de una veta del apreciado oro o plata, y es así como el matrimonio encuentra la riqueza y comienza la faena. Todo parecía que iba a ser pura felicidad en sus vidas, pero el hombre que ella quería realmente no la amaba, y ya no era un esposo dedicado a ella; debido a que el minero, con la riqueza que obtenía, solo se dedicaba a conquistar otras mujeres.

Sin embargo, al poco tiempo lo vio besándose con otra mujer. Enfurecida por el engaño y los celos, esperó al minero en su hogar, y lo mató con un puñal. Después huyó a los cerros dando gritos y alaridos arrepentida de lo que había hecho. Al tiempo, regresó al poblado donde vivía, víctima de la locura, solo sabiendo reír y mormurando que los habían asaltado y que asesinaron a su marido.

Enloquecida, posteriormente fue en busqueda del cadáver que estaba en un ataúd negro, y huyó a los cerros con él, tratando de encontrar al criminal de su esposo (que realmente no era nadie más que ella). Es así como comienzo a vagar por las altas cimas de la cordillera y por los faldeos; hambrienta, descalza, desgreñada; simpre con el deseo de venganza contra el criminal de su amado esposo, hasta el fín de sus días. Pero como obviamente nunca encontraría a ese criminal, luego de morir en los cerros, su alma no pudo encontrar descanso, y desde entonces su espíritu vengativo recorre los cerros y las minas; y sus correrías la hacen ser conocedora de los sitios donde se encuentra el preciado metal.

Desde aquel día se afirma que en algunas noches los hombres que andan en los cerros norteños escuchan una voz que los llama por su nombre, y una vez que llegan al lugar de donde viene el sonido ven a una mujer pálida y extraordinariamente bella que viste de blanco y que anda arrastrando un ataúd oscuro. Desde aquel momento, el hombre que la sigue está prácticamente perdido, ya que lo asesinaría al confundirlo con el asesino que está buscando.

Los mineros igualmente dicen que "La Lola" transita por las galerías abandonadas, acompañada del ataúd negro de su esposo. Por ello se dice que los Mineros que han encontrado la muerte repentina en alguna de estas galerías, es seguro que murieron de terror ante la presencia fantasmagórica de La Lola.

Pero para los mineros buscadores de una veta, "La Lola" convierte la venganza en una piedad, al anunciar a los buscadores la proximidad del tesoro, pero no para que lo hagan aflorar, sino para que se alejen del lugar; porque cuando se encuentra la veta, la muerte se acerca en la vida del minero.

La Calchona

La leyenda dice que la Calchona originalmente fue una bruja que tenía un marido y dos hijos pequeños; teniendo su hogar en un campo de la zona central de Chile. Sin embargo, su familia no sabía la verdad sobre que ella practicaba la brujería. En su hogar ella escondía varios frascos que contenían unos mágicos ungüentos (cremas), que al aplicarlas sobre una persona, permitían transformar un ser humano en el animal que eligiese.

Se dice que todas las noches usaba su poder para que su marido e hijos no se despertasen en toda la noche, y por razones que se desconocen, la Calchona posteriormente realizaba el extraño rito de colocarse los mágicos ungüentos para transformarse en una gran oveja negra y salir a pasear por los campos hasta la madrugada; y recobrando su forma humana al volver a aplicarse sus ungüentos.

Pero sucedió que un día que se le olvidó realizar el hechizo para hacer dormir; y debido a ello sus hijos la vieron transformarse. Al ver la asombrosa transformación, ellos queriendo imitar a su madre se pusieron los ungüentos, transformándose en zorritos. Pero luego de realizada la transformación se dieron cuenta que no sabían como volver a ser niños, y por ello convertidos en estos animalitos se pusieron a llorar amargamente. Producto de los llantos, el padre también se despertó, pero su sorpresa fue enorme al no encontrar a su esposa e hijos; y ver en su lugar solamente a aquellos pequeños animales.

Producto del amor a sus hijos y las historias que había escuchado sobre los ungüentos que utilizaban las brujas, logró imaginarse que aquellos frascos pudieran contener algún tipo de ungüento mágico y que aquellos zorritos eran posiblemente su familia. Así decidió probar aquellos ungüentos en los zorritos, los cuales inmediatamente se transformaron nuevamente en niños. Luego los niños le contaron que era su madre la dueña de los ungüentos. El padre asustado y para evitar que les volviera a ocurrir lo mismo a sus hijos, decidió tirar el ungüento en las aguas de un río y alejarse todos de la casa.

Posteriormente al regresar la Calchona a su casa, y aun estando convertida en una oveja negra, al ver que no estaba su marido e hijos, asustada comenzó a buscar sus ungüentos por toda la casa y sus alrededores; encontrando solamente los frascos casi vacíos. Así ella muy afligida, trato de utilizar los restos de ungüento para transformarse nuevamente en ser humano; pero sólo le alcanzó para transformar sus manos, rostro y cabello a su forma humana. Quedando para siempre convertida en ese animal mitológico.

Por eso, cuando en las noches los campesinos sienten balar una oveja que vaga sola por los campos, ellos saben que se trataría de la mítica calchona; y como tradición se acostumbraría dejarle un plato con comida para que se alimente, ya que se dice que la calchona es totalmente inofensiva y estaría arrepentida de sus antiguos actos de brujería.
El Chonchon


El Chonchón se presenta como una extraña ave de plumas color gris ceniciento, formada a partir de una horrible cabeza humana; de la que nacería garras afiladas y unas enormes orejas que usa a modo de alas para volar. Esta criatura emitiría un fatídico grito que sonaría "tué, tué".

Originalmente en la cultura Mapuche, la leyenda se refería como Chonchón a la transformación que realizaría el Calcu; el cual practica el malcon la ayuda de los espíritu wekufe. Posteriormente al ser asimilada esta creencia a la tradición de la colonia de Chile y de algunas zonas de Argentina, la transformación a Chonchón sería asociada al poder de los brujas y brujos que sirven al diablo.

Cuenta la leyenda que el Chonchón es una presencia malígna y muy temida en las zonas rurales de Chile y parte de Argentina. El miedo a esta criatura se debe a que ésta sería realmente un Calcu (mapuche que practica el mal con espíritus), o una bruja o brujo poderoso que conoce el secreto de los Calcu sobre al misterioso poder de volar transformados en el temido Chonchón.

El Calcu o el brujo/bruja realizaría la transformación en Chonchón untándose un mágico ungüento (crema) en la garganta.

Este mágico ungüento haría que se le desprenda la cabeza del resto del cuerpo, adquiriendo esta un plumaje, garras afiladas y grandes orejas que se transformarían en alas para poder volar; y si lo desea y es poderoso, incluso podría realizar una transformación completa para adquirir la forma de una especie de búho o lechuza. Así podría dejar el cuerpo en su casa y realizar fácilmente sus actividades malígnas.

En el caso de los brujos o brujas, al momento de comenzar el vuelo además recitarían la siguiente frase Sin Dios ni Santa María, con lo cual el diablo les otorgaría más poder, para así lograr esta transformación; pero si por equivocación recitan otras palabras, sufriría una gran caída.

Al transformarse el Calcu dejando su cuerpo en su casa, debe siempre recordar que es necesario tener otro mágico ungüento para volver a su forma humana. Si se le perdiera, ocultara o destruyese su ungüento, el Chonchón volaría en picada hacia el suelo para matarse, ya que no soportaría el destino de quedar transformado para siempre en Chonchón; y en el suelo solo quedaría el cadáver de una lechuza o búho.

La transformación a Chonchón la realizarían siempre de noche, aunque su presencia sería delatada por su fatídico y temido grito de "tué, tué". El principal objetivo de la transformación en Chonchón sería para obtener agilidad para moverse. Mediante esta forma se dirigirían hacia las reuniones que realizarían estos tipos de calcu o brujos/brujas. Igualmente como Chonchón recorrerían los lugares donde desearía hacer daño o enfermedad, revoloteando alrededor de la casa, o en el peor de los casos entraría a la habitación del enfermo, donde lucharía con el espíritu del enfermo; para que este no pueda protegerse y así el Chonchón pueda tranquilamente chupar su sangre; lo que al poco tiempo podría ocasionar la muerte del enfermo si no se actuara rápidamente. Es por ello que cuando los campesinos escuchan el gritos persistentes de tué, tué, significa que el odiado Chonchón ha salido a anunciar que se puede producir una futura muerte de algún ser querido.
El Piuchén


Este ser presentaría una apariencia cambiante; la cual generalmente tiene el aspecto de una culebra voladora. Pero además podría presentarse como, serpiente, ave, pez, cuadrúpedo, rana, murciélago y hasta humanoide; o igualmente una mezcla de ellas. Se dice que además, su cuerpo estaría cubierto de pasto, arbustos y cilindros retorcidos, a modo de ganchosos cuernos y otras estructuras que sobresalen del cuerpo de esta criatura.



Según los mapuches esta criatura generalmente tendría la forma de una serpiente alada, la cual habitaría en los bosques. Sus alas con las que vuela a voluntad le crecerían cuando ha llegado a su edad madura. Presentaría una longevidad increíble y al llegar a la vejez, se transformaría en un pájaro del tamaño de un gallo o un pavo joven; pero igual de sanguinario como su otra forma. Además se caracterizaría por tener una fuerza tan poderosa que puede derribar grandes árboles; y en Chiloé incluso se dice que esta criatura puede levantar gigantescas olas que hacen naufragar las embarcaciones que estén cerca de él.

Esta criatura se alimentaría de sangre, y comúnmente estaría adherida al tronco de los árboles en las noches y en los días de calor excesivo. Las personas pueden saber dónde ha estado, porque deja huellas de sangre mediante un excremento rojo que chorrea de los árboles en donde vive y se oculta durante el día. También se puede saber de su presencia al escuchar los agudos silbidos que emite estridentemente.

Se cree que esta criatura acostumbraría a vivir cerca de los lagos y ríos, donde su presencia ocasiona gran pánico; ya que se cree que produce una sustancia tan irritante que al ser transmitida por el aire o por el agua, ocasionando erupciones en la piel muy similares a la sarna. Además aquellos que tienen el infortunio de contemplarlo, podrían ser paralizados con su intensa mirada, para que luego esta criatura les pueda succionar la sangre; con lo cual pueden llegar a morir. Igualmente, se cree que cuando los habitantes de una casa se van volviendo extremadamente flacos, y ya se ha descartado la presencia del Colo Colo o el Basilisco chilote; su enfermedad sería producto de esta criatura.

Se dice que esta criatura, aunque puede atacar al ser humano, esto es muy excepcional; y más comúnmente se alimentaría de la sangre que succiona de las ovejas, cabras u otros animales; pero no haría daño alguno en los rebaños de cabras u otros animales de color blanco. Se dice que cuando enflaquece el ganado sin una causa aparente, es producto de esta criatura.

martes, 26 de octubre de 2010


El Culebron

La tradición rural dice que la gran serpiente peluda trajina principalmente de noche, aunque a veces lo hace de día. En estado salvaje atacaría a los caminantes y arrieros, incluso llegando a devorarlos cuanto los encuentra a su paso; y por ello siempre se debe evitar los lugares donde se sabe que habitaría. Se dice que esta criatura suele vivir en madrigueras, cumpliendo en algunas de ellas la labor de guardián de algún misterioso "entierro"

Para alimentarse, el culebrón tendría el poder mágico de sugestionar y atraer con la mirada a su víctima, aunque este a larga distancia, ya sean personas o animales; y cuando esta muy hambrienta, con una gran fuerza, es capaz de absorber a los animales enteros, porque su estomago es inmensamente grande. Sin embargo cuando dispone de un territorio con numerosas presas, como hábito preferiría amamantarse en los animales vacunos a los cuales atraería con su cola para beber de su leche (esto ya que tendría una gran predilección por la leche) y/o preferiría comer presas más pequeñas, como las aves de corral. Luego de alimentarse se introduciría de nuevo en su escondite generalmente entre los pastizales de un sitio eriazo o en un bosque de poco acceso, y allí viviría o proseguiría nuevamente su camino subterráneo hacia otro lugar.

Como guardián de un tesoro, se dice que esta criatura se gestaría (sería atraído al lugar) al cabo de 40 días luego de enterrar un tesoro, generalmente de monedas de plata en el interior de un cántaro. Posteriormente, si el dueño o alguien ambicioso desea desenterrar el tesoro, habría que proceder a rociar aguardiente en el lugar donde está o se cree que está ubicado el tesoro; con el fin de lograr embriagar al culebrón y así lograr sustraer el tesoro.

Igualmente la tradición rural dice que esta mítica criatura del mismo modo que es atraída por riquezas, también tiene la capacidad mágica de atraer la riqueza a la persona que posea un culebrón, al otorgarle al dueño prosperidad en todo lo que realiza. Para ello, se señala que para domesticar a un culebrón es necesario previamente haberle arrancado tres pelos de los más largos a un culebrón en estado salvaje; y luego depositar los tres pelos en una fuente llena con leche, a objeto que cobren vida y puedan alimentarse. Después de un tiempo nacerán tres criaturas y el más fuerte devorará al resto y lentamente irá creciendo hasta tomar la forma de un verdadero culebrón. Posteriormente, el culebrón se alimentaría con leche de una vaca que el dueño tendrá sólo para el culebrón. Igualmente como un ritual, todos los años el dueño deberá matarle un animal, y dejarle la sangre en un lugar que sólo el culebrón sabe. Siempre el dueño de un culebrón debe alimentar a este ser, teniendo este deber como una obligación perentoria; pero si por alguna razón comienza a descuidar al Culebrón, ésta criatura se ira del lugar, con lo cual su exdueño inevitablemente quedara en la pobreza; y en el peor de los casos incluso terminara con pagar ese fatal descuido con su propia vida o con la vida de sus familiares.

También se cuenta que en ciertas ocasiones el mismo diablo u otro demonio mandado por él, se presentaría con esta forma ante el hombre codicioso, con el objetivo de hacer un pacto diabólico de riqueza con él; en el cual el hombre le ofrecería su alma y/o la vida de otras personas (generalmente enemigos o trabajadores de la persona que hace el pacto), a cambio de beneficios.
EL TRAUCO

Es un hombre pequeño, no mide más de ochenta centímetros de alto, de formas marcadamente varoniles, de rostro feo, aunque de mirada dulce, fascinante y sensual; sus piernas terminan en simples muñones sin pies, viste un raído traje de quilineja y un bonete del mismo material, en la mano derecha lleva un hacha de piedra, que reemplaza por un bastón algo retorcido, el Pahueldún, cuando está frente a una muchacha.

Es el espíritu del amor fecundo, creador de la nueva vida, padre de los hijos naturales. Habita en los bosques cercanos a las casas chilotas. 

Para las muchachas solteras, constituye una incógnita que les preocupa y las inquieta. Según opinión de unas, se trata de un horrible y pequeño monstruo, que espanta y de cuya presencia hay que privarse, a toda costa. Otras opinan distinto y manifiestan, que si bien es feo, no es tan desagradable, sino, muy por el contrario, atractivo... Otras en lucha tenaz y permanente, dicen haberlo eliminado de sus pensamientos, en los que alguna vez vibró quemando sus entrañas...
Las madres toman todas las precauciones, para evitar que sus hijas, ya “solteras”, viajen solas al monte, en busca de leña o de hojas de “radal”, para el “caedizo” de las ovejas, ues generalmente es en el curso de estas faenas, cuando “agarra”, o con más propiedad “sopla”, con su “pahueldún”, a las niñas solitarias, pero nunca si van acompañadas, aún de sus hermanitos menores.

El Trauco no actúa frente a testigos...éste, siempre alerta, pasa gran parte del día colgado en el gancho de un corpulento “tique”, en espera de su víctima.
En cuanto obscurece, regresa a compartir la compañía de su mujer, gruñona y estéril, la temida Fiura.


Cuando desea conocer de cerca, las características de su futura conquista, penetra en la cocina o fogón, donde donde se reúne, al atardecer toda la familia, transformado en un manojo dequilineja, que en cuanto alguien intenta asirlo, desaparece en las sombras. 


A las muchachas que le tiene simpatía, les comunica su presencia depositando sus negras excretas, frente a la puerta de sus casas. 


Todo su interés se concentra hacia las mujeres solteras, especialmente si son atractivas. No le interesan las casadas. Ellas podrán ser infieles, pero jamás con él. Cuando divisa desde lo alto de su observatorio a una niña, en el interior del bosque, desciende veloz a tierra firme y con su hacha, da tres golpes en el tronco de tique, donde estaba encaramado, y tan fuerte golpea, que su eco parece derribar estrepitosamente todos los árboles. Con ello produce gran confusión y susto en la mente de la muchacha, que no alcanza a reponerse de su impresión, cuando tiene junto a ella, al fascinante Trauco, que la sopla suavemente, con el Pahueldún. No pudiendo resistir la fuerza magnética, que emana de este misterioso ser, clava su mirada en esos ojos centellantes, diabólicos y penetrantes y cae rendida junto a él, en un dulce y plácido sueño de amor.... 



Transcurridos minutos o quizás horas, ella no lo sabe, despierta airada y llorosa; se incorpora rápidamente, baja sus vestidos revueltos y ajados, sacude las hojas secas adheridas a su espalda y cabellera en desorden, abrocha ojales y huye, semiaturdida, hacia la pampa en dirección a su casa. 

A medida que transcurren los meses, van apreciándose transformaciones, en el cuerpo de la muchacha, poseída por el Trauco. Manifestaciones que en ningún instante trata de ocultar, puesto que no se siente pecadora, sino víctima de un ser sobrenatural, frente al cual, sabido es, ninguna mujer soltera está lo suficientemente protegida... 


A los nueve meses nace el hijo del Trauco, acto que no afecta socialmente a la madre ni al niño, puesto que ambos, están relacionados con la magia de un ser extraterreno; quien no siempre responde al “culme”, lanzado con el objeto de alejarlo y escapar de los efectos de su presencia; o los azotes, dados a su Pahueldún, que debería afectarlo intensamente; como en igual forma a la quema de sus excrementos. Su potencia es tal, que en ciertas ocasiones, nada ni nadie puede detenerlo.

sábado, 16 de octubre de 2010

EL CANILLO


Canillo es un tipo de fuerza negativa y destructora presente en la naturaleza y por ello en el hombre mismo (en especial en el hombre blanco y en los huilliches que olvidan su tradición). Es por ello que a se Canillo se lo asocia al concepto de wekufe, que significan las " fuerzas del desequilibrio", destructoras, existentes en la naturaleza, principalmente ubicadas al oeste; proveniendo la fuerza del canillo de la zona de los volcanes.

Esta fuerza de la naturaleza esta representada en un niño poseído que crecería y estiraría su cuerpo hasta hacerse gigante, con el fin de comerse la comida que su familia ha dejado colgada en el umbral de la ruca. Este espíritu encantado de Canillo se presenta como un enemigo permanente de la tranquilidad del pueblo huilliche.

Las leyendas dicen que Canillo fue hijo de una mujer que provenía de la zona de volcanes, en tiempos muy antiguos; siendo abandonado al momento de nacer. Se dice que el niño fue encontrado por un matrimonio anciano que vivían cerca del lago Ranco; y que este matrimonio solo tuvo y crio a este niño como hijo. Estrañamente este niño no creció nunca, y siempre comía, y por ello le pusieron el nombre Canillo,"una persona que no se llena". Se dice que a los veinte años el niño todavía era un bebé; el cual sólo se sentaba, y nunca se arrastraba, y por lo mismo no hacía nada, solo comer. Igualmente se dice que era un bebe muy sucio y tenían que lavarlo continuamente.

Además, sucedía que cuando sus padres adoptivos salían a trabajar, dejando a Canillo en la ruca (casa indígena), al volver siempre encontraban que había mucho daño en su casa y faltaba el alimento; y sin embargo Canillo estaba tranquilo y sin ningún daño o herida, o muestra de preocupación por los daños que sufría su hogar. Pero como Canillo no caminaba y como ellos guardaban sus alimentos fuera del alcance de su hijo, lo más lógico era que otra gente o un animal, como un gato, era el causante del desorden y quién llegaba siempre a comerles su comida. Además, este hecho los preocupaba ya que este alimento era muy necesario; debido principalmente a que Canillo siempre estaba pidiendo que le den comida, ya que este nunca calmaba su hambre.

Un día, llegaron cansados, envolvieron su bebé y se acostaron con él, y se dice que estaban durmiendo cuando en la noche sintió ella que Canillo se sentó en la cama, el padre estaba durmiendo; y ella sintió como él niño les pasaba la mano por la cara, y a ella le dio un poco de miedo, pero se quedó quieta; Luego observó asombrada como Canillo comenzaba a crecer hasta ser adulto y gigante, y vio como destapaba la olla que tenían colgada en la ruca, y se comía toda la comida. Como la ruca era una casita de paja, canillo luego de comer, comenzó a abrir el techo y mirar hacia fuera. En ese momento, cuando Canillo estaba mirando hacia fuera, ella aprovecho a despertar a su marido, y bien despacio le dijo que aquel ser era su hijo, y que esto demostraba que ese niño no era un hijo bueno. Entonces él le respondió a su mujer "quedémonos quietos y hagámonos los dormidos", luego de eso vieron como Canillo volvía a transformarse y quedar como un bebe.

Al otro día los padres lo levantaron, tomaron desayuno y le dieron su desayuno, le cambiaron de ropa, y se fueron a su trabajo. Ahí estuvieron conversando qué cosa iban a hacer con él, si matarlo o botarlo por ahí, entonces la mujer dijo "lo que vamos a hacer no es matarlo pues puede ser peligroso; pero lo vamos a botar al agua, lo vamos a tirar en el lago de Ranco, para que se muera ahí". Al día siguiente mientras Canillo dormía, se lo llevaron y lo lanzaron al lago Ranco. Dicen que se fue a fondo y después salió a flote, y el niño empezó a nadar y a burlarse de sus padres. 

Aterrorizados por la escena, se fueron a buscar las cosas a su casa y se fueron; llegaron a otra casa vecina, y ahí contaron lo sucedido. Al otro día fueron a ver con los vecinos, y observaron un tronco gigante de pellín atravesado en el lago, y veían como el agua se desbordaba y corría, empezando a afectar a los vecinos. Alarmados llamaron a las Machis y ellas, mediante el uso de su poder, recogieron ese trozo de madera haciendo machitunes, y así lo recogieron hecho un niño. Al verlo sus padres dijeron que ese niño era Canillo y era maligno. Es así como las machis luego de escuchar lo que tenían que contar los ancianos, pidieron ayuda a Millalicán, y decidieron llevarlo donde el abuelito Huenteao; y allí dejar preso a Canillo, en las rocas islas junto al abuelito, en la bahía de Pucatrihue, para que no saliera nunca más, y se quedara a vivir ahí y no hiciese daño al pueblo Huilliche.
Posteriormente, se dice que en esta prisión él Canillo se casó con una hija del abuelito Huenteao. Se dice que Canillo, en ciertas ocasiones, puede escapar cuando el agua esta calmada atravesando como un trozo de madera; pero como está casado debe volver a su prisión.